

El problema de los falsos hermanos
(Gálatas 2:3-5) Pablo escribe que a la naciente iglesia de Jerusalén habían entrado a escondidas, sigilosamente, algunos falsos hermanos. Buscaban investigar si los hermanos que habían creído en Jesús estaban o no guardando la ley de Moisés. Y estas mismas personas se declararon después enemigos acérrimos de los apóstoles introduciendo herejías encubiertamente. Este problema aún se presenta hoy. Hay falsos hermanos, falsos pastores y maestros que de tiempo en tiempo aparecen